Señor Director:
Los incendios forestales son una tragedia recurrente en Chile, y cada año, sin falta, nos enfrentamos a la devastación que dejan a su paso. La Región de Valparaíso, con su hermosa Reserva Nacional Lago Peñuelas, ha sido testigo repetido de este flagelo. Desde la memoria colectiva, los incendios en este mismo lugar son una triste realidad, y la pregunta que nos sigue asediando es: ¿qué se necesita para poner fin a esta crisis?
Para que un incendio forestal tome forma, ya sabemos que ciertas condiciones deben confluir: temperaturas elevadas, clima seco y ventoso, la presencia de material combustible y, lamentablemente, en muchos casos, la intervención humana negligente o malintencionada. Estos elementos se han vuelto moneda corriente en el escenario chileno, y es crucial abordar cada uno de ellos de manera integral si queremos ver un cambio significativo, esto demanda no solo focalización, sino también participación y sobre todo, un cambio cultural profundo respecto a prevenir y anticipar incendios forestales.
La evidencia es clara. Chile ha sido testigo de una cantidad alarmante de grandes incendios año tras año. La pregunta es: ¿cuántos incendios más debemos soportar antes de que tomemos medidas drásticas y efectivas?
Si bien es imperativo que las autoridades actúen de manera contundente y proactiva, la ciudadanía no puede quedar al margen esperando que las autoridades resuelvan, debe ser parte activa en esta transformación cultural, participando en cada una de las acciones que se deben tomar para que este cambio exista. Como ciudadanos, debemos asumir nuestro papel en la protección de nuestros bosques. Desde prácticas de prevención en nuestras actividades al aire libre, como el manejo de la basura y desechos en lugares apropiados, hasta denunciar cualquier actividad sospechosa que pueda desencadenar un incendio; todos debemos ser parte de la solución.
La prevención debe ser la piedra angular de nuestra estrategia contra los incendios forestales. Esto implica una gestión forestal responsable, programas de educación ambiental y campañas de concienciación pública sobre el peligro que representan las actividades humanas imprudentes en áreas boscosas.
Además, se requiere una inversión significativa en tecnología y recursos para combatir los incendios una vez que estallen. Desde la implementación de sistemas de alerta temprana hasta el fortalecimiento de las capacidades de extinción de incendios, debemos estar preparados para enfrentar esta amenaza de manera rápida y efectiva.
El futuro de nuestros bosques y el bienestar de nuestras comunidades dependen de la acción decidida y coordinada de todos los sectores de la sociedad. Si no tomamos medidas hoy, los incendios forestales seguirán cobrando su terrible tributo en la Región de Valparaíso y en todo Chile. Es hora de actuar con determinación antes de que sea demasiado tarde.
LUIS VALENZUELA BLEJER
Director
Centro de Inteligencia Territorial
Universidad Adolfo Ibáñez