Fuente: Diario Financiero
Señora Directora:
Una vez más, como en otros tantos episodios durante la última década, el 22 de diciembre pasado se inició un foco de incendio en el sector alto de Viña del Mar que demuestra una falla mayúscula de planificación centralizada sin capacidad de anticipación a estos desastres naturales.
Ciertamente no son errores de la política pública la causa del fuego, la existencia de altas temperaturas, ni los fuertes vientos. Sin embargo, hoy sabemos qué es necesario hacer, dónde se debe hacer , y quiénes deben hacerlo.
Es por eso que este nuevo incendio, a diferencia de los anteriores, pone a prueba la capacidad de respuesta de la gobernabilidad regional como un problema y contingencia de la política pública y gestión, y sobre todo, la real voluntad de tomar decisiones en materia de mitigación, prevención, anticipación y planificación territorial a pesar de los costos políticos.
El principal anhelo y expectativa de las personas en relación a sus gobiernos regionales es la necesidad de una mayor y mejor planificación y gestión urbana y territorial, cercana a la gente, justa, equitativa, abierta a la conversación y participación y sensible a las propias realidades locales. El desafío es grande, pero no más alto que las promesas políticas realizadas.
Luis Valenzuela
Director Centro de Inteligencia Territorial del DesignLAB UAI, e investigador COES
